Muchos emprendedores respiran tranquilos porque “ya tienen RUC”.
Lo obtuvieron hace años, lo asocian a cumplimiento, a formalidad, a escudo.
Pero la verdad es otra: el RUC es apenas la fachada.
Y detrás de esa fachada puede haber una estructura frágil, incoherente o desordenada que no resiste ni una auditoría básica.
SUNAT no persigue solo a quienes no tributan.
SUNAT también observa con lupa a quienes tributan sin consistencia.
Si vendes online, das mentorías, vendes cursos o servicios digitales desde Perú, y tienes ingresos recurrentes por PayPal, Stripe o depósitos bancarios…
tener RUC no te protege si:
1. Gastas en herramientas digitales sin respaldo tributario sólido
Pagas Zoom, Notion, Google, Canva o servicios publicitarios, pero no tienes comprobantes electrónicos válidos emitidos desde el extranjero. Peor aún: los pagos salen desde cuentas personales, adicionales o tarjetas no empresariales.
Ese gasto, aunque esencial para tu operación, no es deducible. Y ante SUNAT, se vuelve “gasto no sustentado”.
¿La consecuencia? No solo pierdes el derecho al crédito fiscal. También podrías ser observado por deducir indebidamente montos en tu PDT, y en una revisión, tener que devolver dinero con intereses y sanción.
2. Estás pagando IGV como si fueras consumidor final, sin saberlo
El Decreto Legislativo 1664 permite que plataformas extranjeras retengan IGV automáticamente a personas naturales sin actividad empresarial.
Pero muchas plataformas —incluidas Google, Meta, Canva, Stripe— no distinguen si tienes RUC o no.
Lo que miran es desde qué cuenta pagas, con qué tarjeta, y si el usuario está en Perú.
Si tu tarjeta es personal o no está conectada al RUC, el sistema te clasifica como consumidor y aplica el 18%. Ese IGV no lo ves, no lo recuperas y no lo puedes justificar.
Es un sobrecosto oculto que te empobrece operación tras operación.
3. Estás declarando mal el origen y la fuente de tus ingresos
Si vendes desde Perú a clientes del extranjero y cobras en dólares, tienes una doble obligación:
declarar bien el país de destino, la moneda, y el tipo de ingreso (exportación de servicios, renta de fuente extranjera, o renta mixta).
No hacerlo te coloca en zona gris. Y cuando eso sucede, SUNAT presume evasión o ingresos no declarados.
En especial si no usas comprobantes electrónicos válidos, o si tus ingresos por PayPal y Stripe no están correctamente registrados como cuentas por cobrar tributariamente válidas.
4. Estás delegando la contabilidad a ciegas
Tener un contador ya no es suficiente. Necesitas entender qué se está declarando, qué se está deduciendo, qué se está arrastrando.
Muchos negocios digitales tienen ingresos con retención en el extranjero, gastos de publicidad desde Meta, pagos de software mensual… y todo eso pasa sin ser registrado con la categoría contable adecuada.
El resultado: un PDT mal llenado, una contabilidad que no refleja tu negocio digital real, y una posible sanción si SUNAT detecta incongruencias entre lo que percibes, lo que declaras y lo que deduces.
Aquí es donde se define tu poder fiscal.
Tener RUC no es cumplir.
Cumplir es tener coherencia entre lo que vendes, cómo lo cobras, cómo lo registras y cómo lo justificas.
No se trata de asustarte. Se trata de mostrarte lo que no te están diciendo.
Y darte herramientas reales para operar con estrategia legal, no con miedo.
Suscríbete para obtener acceso inmediato a este contenido y más beneficios.
Hazte miembro antes del 19 de junio y accede no solo a esta guía, sino al archivo completo de contenido premium y la comunidad de empresarios que quieren escalar con legalidad.
Creciste. Formalizaste.
Ahora te toca blindarte.
Deja una respuesta